jueves, noviembre 15, 2007

El Precio de los Libros: Comparativa

La verdad es que los debates sobre el precio de los libros y su forma de editarlos son una constante en esto del fandom y la literatura fantástica de género. ¿Son caros? ¿Son baratos? ¿Son de calidad? ¿No lo son? Es un tema recurrente y viejo pero, gracias al famosos cuadernito de 1995 con el que últimamente ando tocando las narices por este blog, es posible hacer un pequeño estudio comparativo de precios (y tamaños) o de calidad editorial, entre 1995 y nuestros días.
Por ejemplo, respecto al precio de los libros. Tenemos el caso de los primeros volúmenes de Nova (ediciones B). El formato es similar al de un libro de bolsillo (aunque su calidad es un poco superior al contar con solapas). Los precios que, religiosamente, apunte en mi diario son los siguientes (para pasar a euros redondeo):

“Entre los latidos de la noche” 1.000 pesetas (6 euros) 297 páginas.
“La telaraña entre los mundos” 1.400 pesetas (8’5 euros) 362 páginas.
“Las crónicas de McAndrew” 1.400 pesetas (8’5 euros) 310 páginas.
“Al final del invierno” 1.900 pesetas (12 euros) 607 páginas.
“Gran río del espacio” 1.800 pesetas (11 euros) 579 páginas.

La conclusión me parece clara. Los libros de bolsillo actuales son, de hecho, un poco más baratos, que los de aquella época. Byblos, la colección de Ediciones B ronda los 6 euros (igual que “Entre los latidos de la noche” pero este es el libro más pequeño de todos), mientras que Puzzle anda por precios similares: 8-11 euros. Así pues, la conclusión es curiosa y, hasta cierto punto, sorprendente. Hace doce años los libros de bolsillo costaban más caros que ahora si los comparamos con Byblos, o lo mismo si lo hacemos con Puzzle. No ha habido aumento en el precio en todo ese tiempo a pesar del paso de la peseta al euro, de la inflacción y demás movidas económicas. No ceo que haya mucho otros productos que hayan vivido una evolución similar, excepto los DVD y CD, pero en este caso el cambio de precio a la baja está motivado por un fenómeno tan especial como la piratería (que en España nunca ha afectado al mercado del libro).
Mención aparte merece el tema de “Cyteen”, una novela que debería de pasar a la historia de la cf española por ser una de las primeras en ser convenientemente troceada y vendida en tres partes cuando se trataba de una historia única. Barceló se adelantó aquí a su propia jugada repetida hasta la saciedad con la obra de Neal Stephenson y luego continuada por Solaris hasta la nausea. Los tres tomos de “Cyteen” dan lugar a un total de 1.214 páginas. Es discutible si hubiera sido práctico el haberlo publicado en un solo tomo, personalmente creo que si hubiera sido posible. Ese tomo hubiese costado, pongamos unos 20 euros (en proporción con otros títulos de la colección). En la realidad costaron 4.600 pesetas (unos 28 euros), un cambio de precio significativo. Aunque, creo recordar que esta política no despertó excesivas quejas, por lo menos comparadas con las actuales.
Otra editorial que publicaba por aquella época libros de bolsillo era Ultramar que tenía unos precios, eso sí, más baratos que los actuales. En el caso de “Dhalgren” los precios de sus tres partes fueron: 925 pesetas (5’5 euros), 725 pesetas (4’5 euros) y de nuevo 925 pesetas (5’5 euros). En el caso de los tres tomos de la saga de “Xenogénesis” hablamos de 825 pesetas (5 euros) los dos primeros y 925 (5´5 euros) el último. Son precios que hoy en día sólo Byblos podría igualar y ni siquiera. Aún así, un euro de subida en doce años no me parece tan excesivo (y Ultramar siempre fue de las editoriales más baratas). Por cierto, que “Dhalgren” debe de tener el dudoso honor de ser el primer libro en trocearse cual filete para su venta, sus 1.102 páginas (que podrían haber salido en un solo tomo) salieron en tres, por obra y gracia de Domingo Santos su editor. Aunque al precio que vendía el producto tampoco podemos quejarnos en exceso.
Otros formatos son más difíciles de comparar con los actuales. Edaf y Ultramar mantuvieron colecciones con un formato similar al de la actual AJEC o la nueva colección Antológica de Bilbiópolis donde “Jabberbock 2” cuesta 15 euros con sus 224 páginas. Veamos la comparación con sus antepasados, primero Ultramar:

“Viaje más allá del crepúsculo” 2.000 pesetas (12 euros) y 523 páginas.
“Hierba” 2.500 pesetas (15 euros) y 568 páginas.
“Terror” 1.400 pesetas (8‘5 euros) y 245 páginas.

Y después Edaf:

“Carne” 1.350 pesetas (8 euros) y 303 páginas.
“Casa inteligente” 875 pesetas (5’25 euros) y 285 páginas.

Aquí si que hay un cambio radical de precio y un encarecimiento del producto más lógico con los tiempos. Si ponemos como base del ejemplo “Terror”, el que tiene un tamaño más parecido a “Jabberbock” vemos que el precio se ha prácticamente duplicado. Un fenómeno curioso si tenemos en cuenta el siguiente tipo de libros que vamos a estudiar. Me estoy refiriendo a aquellos libros que tenían un formato más parecido al que actualmente tienen Bibliópolis, Nova, Minotauro, Gigamesh o Solaris, las editoriales punteras. Me refiero a libros de gran tamaño, tapa blando y solapas. En aquella época este tipo de libros eran editados por Ediciones B:

“Tiempo de Mutantes” 1.900 pesetas (11’5 euros) y 308 páginas.
“Mareas de luz” 2.600 pesetas (16 euros) y 471 páginas.

En la actualidad, este tipo de libros tienen un precio similar en el caso de Gigamesh, ligeramente más caro en el de Bibliópolis, Minotauro y Nova (2-3 euros) y bastante más en el caso de Solaris (con precios hoy en día que rondando los 20 euros y más). Es difícil hacer aquí algún tipo de análisis, dada la horquilla actual de precios. Sin embargo, si se puede llegar a una conclusión: cuando los aficionados se quejan del precio excesivo de una editorial como Solaris lo hacen con razón, por lo menos si lo tenemos en cuenta en comparación con editoriales como Gigamesh o Biblióplis, con una política de precios más razonable vista los precios de aquellos años.
Por último no puedo dejar de mencionar un tipo de libro que hoy ya no se edita salvo en muy contadas excepciones. Me estoy refiriendo a la tapa dura. Libros como los anteriores pero con una presentación mucho más lujosa. Fue el formato tradicional de Minotauro y el de la colección de Fantasía de Ediciones B, y es curioso recordar como Martínez Roca abandonó su tapa blanda para pasarse a este tipo de libros. Eran, con diferencia, los más caros de todos:

“El país pequeño” 3.200 pesetas (19’5 euros) y 548 páginas.
“El trillium negro” 3.000 pesetas (18 euros) y 484 páginas.

Aquí también hay una evolución significativa y más acorde con los tiempos. Estos libros costaban, básicamente, lo mismo que los actuales de tapa blanda. Así pues, mantenemos el precio pero, algo parecido al caso de las ediciones de bolsillo, a costa de la calidad.
En líneas generales, la conclusión final es que el precio de los libros no sólo no ha subido en exceso (salvo caso puntuales como el de Solaris, o formatos como el de Antológica de Bibliópolis) si no que en el caso del bolsillo se ha abaratado puntualmente (Byblos). En general, la sensación que da es que muchos editores han conseguido mantener una política de precios razonable a costa de sacrificar la calidad del producto (el abandono de la tapa dura a favor de la blanda).
En cuanto a la calidad, este es un tema más espinoso y subjetivo. Siempre ha habido libros bien y mal editados. En la actualidad hay una serie de editoriales a las que los lectores acusan de utilizar pésimas traducciones y/o de cometer auténticas atrocidades con el tipo de letra, la maquetación y las erratas. Probablemente AJEC y Solaris son las que tienen una peor fama mientras que Gigamesh y Bibliópolis reciben el unánime aplauso de los consumidores.
Desgraciadamente, en este sentido si que hay un descenso significativo de la calidad, es difícil encontrar ninguna editorial que publicase los libros con semejantes deficiencias a mediados de los 90. Tanto Nova, como Martínez Roca o Minotauro hacían un producto incluso superior al actual en todos los formatos: las solapas de las ediciones tipo bolsillo de la primera época de Nova, la tapa dura utilizada por Minotauro, Martínez Roca o la colección de Fantasía de Ediciones B son detalles que hoy no existen (aunque seguramente abaratan costes).
Probablemente, la peor editorial de aquellos años fuese Edaf, y aunque esta casa tuviese un diseño de lo más desafortunado y anticuado, y unas traducciones bastante defectuosas tampoco cometió en la edición propiamente dicha las barrabasadas que, por desgracia, hemos tenido que ver en demasiadas ocasiones en los últimos años.
En este sentido, algunos tiempos pasados si que fueron mejores.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Tienes toda la razón. El precio de los libros no es más caro que hace unos años, sino que está ajustado a lo que la inflacción determina. Como curiosidad, escribí algo parecido en los foros de cyberdark basándome en los precios que cotejé en Gigamesh e, incluso, me fui más atrás en el tiempo y me puse a mirar en algunas ND de finales de los 70. No había demasiadas diferencias.

Eso sí, no creo que sea comparable una editorial que publica novedades, con un formato más perdurable y que tiene que rentabilizar la compra de unos derechos y de una traducción (Nova) con una edición en bolsillo en papel penoso y que se supone que ya ha amortizado los gastos de edición (Byblos, Puzzle)

Por cierto, no me recuerdo muy bien cuál era la diferencia de coste entre publicar un libro en tapa dura y en tapa blanda, pero me suena que estaba entre 1 y 2 euros.

jue nov 15, 10:07:00 p. m. 2007  
Blogger Iván Fernández Balbuena said...

Desde luego que la calidad de Nova no es comparable a la de Byblos o Puzzle, pero es que ese tipo de formato ya no existe y, en el fondo, no dejan de ser libros de bolsillo. De hecho, la colección ofical de bolsillo de B era VIB (tan cutre como las anteriores) y sus libros rondaban las 800 pesetas, 4'75 euros, que comprado con los 5-6 de Byblos de nuevo nos pone en una subida más que asumible.
De todas formas tampoco hay que dorarle la píldora tanto a Nova, Ultramar también publicaba novedades igual que ella y los precios eran mucho menosres (aunque la calidad también). A menos que Ultramar no estuviese haciendo las cosas bien desde el punto de vista legal pero eso ¿quién lo sabe?

dom nov 18, 07:38:00 p. m. 2007  
Anonymous Anónimo said...

Más que con VIB, que es posterior a los primeros Novas (no sabría decirte cuando comenzaron a publicar), por el formato quizás sería más apropiado comparar con Libro amigo. Aunque ahí también aparecían novedades...

Y sí que Ultramar era mucho más barata. Aún recuerdo cuando pagué por "Los viajes de Tuf" unas 900 pesetas mientas que me llevé "Cita con Rama" y "A vuestros cuerpos dispersos" por 400. Grandes tiempos aquellos ;)

lun nov 19, 03:19:00 p. m. 2007  
Blogger Risingson Carlos said...

¿Y si lo comparamos con el resto de libros del resto de géneros del mercado?

¿Seix-Barral? ¿Pre-Textos? (Aún recuerdo lo que me dolió "Nadan dos chicos") ¿Salamandra? Están todas igual o más caras que las novelas de cf y fantasía. Y no veo al público quejándose en masa, solo a los de ciencia ficción, acostumbrados a los saldos.

lun nov 19, 04:06:00 p. m. 2007  
Blogger Iván Fernández Balbuena said...

Ya, pero es que hay un tipo de lector de cf que, creo, no existe en otros géneros. Se lo compra todo, o lo intenta. Una especie de bibliomanía, que diría Mallorquí. Y claro, ante semejante vicio el precio importa bastante.
De todas formas yo he oído a gente que lee otras cosas quejarse de los precios. Sin ir más lejos, "Vida y destino" de Grossman y "Las benevolas" de Littell son dos novelas de moda a precios altos (treintaitantos y veintitantos, respectivamente).
O en la divulgación científica, una historia universal (realmente una colección de mapas históricos) de Times y uno sobre el Cosmos a 100 y 50 euros cada uno.
Semejantes precios han hecho que unos cuantos lectores que conozco estén diciendo: qué me lo regale alguien o me lo pillo en la biblioteca.
Lo que pasa es que el fandom está más prganizado y cualquier queja que se haga funciona como caja de resonancia.

lun nov 19, 08:57:00 p. m. 2007  

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