Nunca Me Abandones de Kazuo Ishiguro
Hace unos meses escribí una entrada en la que criticaba duramente a Kazuo Ishiguro por avergonzarse de escribir ciencia ficción y jurar y perjurar que “Nunca me abandones” no tiene nada que ver con dicho género. A pesar de mi enfado, y siguiendo la máxima de que una cosa es el libro y otra el escritor, me leí esta novela y puedo asegurar que perdono totalmente al británico de origen japonés por sus declaraciones. En efecto, puede que Ishiguro sea un bocazas pero escribe como los ángeles y “Nunca me abandones” es uno de los grandes libros de este año (que no me cansaré de decir que es un gran año) y, probablemente, el que mejor ha tratado el tema de la clonación desde que Huxley planteó el tema en “Un mundo feliz”.
Por una vez no voy a hablar de la trama, esta esconde un misterio que solo se va desvelando para el lector poco a poco y cuyas últimas y más dramáticas respuestas aparecen en las páginas finales. En este sentido, Ishiguro consigue crear una especie de novela policíaca sin crimen, donde la intriga está muy bien tramada y mantiene al lector presa de la curiosidad (ansiedad incluso) para descubrir cual es el sentido de muchas de las cosas que pasan a lo largo de la historia.
Algunos lectores han acusado al libro de blando. Personalmente, creo que es algo intencionado, la historia que narra Ishiguro es tan brutal que contada de una forma cruda hubiera sido prácticamente indigerible para el común de los mortales. Aún así, el mazazo final de las últimas páginas es uno de esos golpes literarios que no se olvidan por su contundencia y su maestría.
Por otro lado, el libro es muy inglés, tanto es su ambientación (esos internados británicos ...) como en la educación y contención de sus protagonistas a la hora de enfocar su vida. En cierta forma, las peripecias de estos tres clones desdichados y de su horrible futuro no dejan de ser una potente metáfora sobre la vida de cualquier otro mortal: del útero materno y protector de la infancia, a las incertidumbres de la adolescencia para acabar con el amargor de la madurez y la muerte. Paradójicamente, Ishiguro consigue dar un cierto sentido a la vida de sus clones, haciéndolas de esta forma más plenas. Un sentido, que duda cabe, del que más de un humano “normal” carece.
En fin, un libro que te hace estremecer, que te hace pensar y que puede que te haga llorar, muy eficaz y conseguido, muy bien escrito y que demuestra (a pesar de lo que diga su autor) que la ciencia ficción es un género literario tan potente como necesario para desentrañar algunas de las claves de este incierto siglo XXI que nos ha tocado vivir.
Por una vez no voy a hablar de la trama, esta esconde un misterio que solo se va desvelando para el lector poco a poco y cuyas últimas y más dramáticas respuestas aparecen en las páginas finales. En este sentido, Ishiguro consigue crear una especie de novela policíaca sin crimen, donde la intriga está muy bien tramada y mantiene al lector presa de la curiosidad (ansiedad incluso) para descubrir cual es el sentido de muchas de las cosas que pasan a lo largo de la historia.
Algunos lectores han acusado al libro de blando. Personalmente, creo que es algo intencionado, la historia que narra Ishiguro es tan brutal que contada de una forma cruda hubiera sido prácticamente indigerible para el común de los mortales. Aún así, el mazazo final de las últimas páginas es uno de esos golpes literarios que no se olvidan por su contundencia y su maestría.
Por otro lado, el libro es muy inglés, tanto es su ambientación (esos internados británicos ...) como en la educación y contención de sus protagonistas a la hora de enfocar su vida. En cierta forma, las peripecias de estos tres clones desdichados y de su horrible futuro no dejan de ser una potente metáfora sobre la vida de cualquier otro mortal: del útero materno y protector de la infancia, a las incertidumbres de la adolescencia para acabar con el amargor de la madurez y la muerte. Paradójicamente, Ishiguro consigue dar un cierto sentido a la vida de sus clones, haciéndolas de esta forma más plenas. Un sentido, que duda cabe, del que más de un humano “normal” carece.
En fin, un libro que te hace estremecer, que te hace pensar y que puede que te haga llorar, muy eficaz y conseguido, muy bien escrito y que demuestra (a pesar de lo que diga su autor) que la ciencia ficción es un género literario tan potente como necesario para desentrañar algunas de las claves de este incierto siglo XXI que nos ha tocado vivir.
2 Comments:
Como he dicho en un comentario en la reseña que se hace de Nunca me Abandones en el blog de Nacho: Gracias a todos los que habéis recomendado este libro, de una sensibilidad, tristeza y humanidad sublimes. Entre lo mejor que he leído nunca.
Maravilloso libro.
Y terrible.Todos podemos identificarnos con sus protagonistas,porque sabemos que de alguna manera nuestro destino es común.
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