domingo, marzo 15, 2009

"Inversiones" de Iain Banks


En general, cuando leo las novelas de Banks sobre la Cultura, y por poner un símil musical, tengo la sensación de escuchar grandes obras al estilo de Wagner, Orff y Bruckner. Piezas épicas, monumentales y estruendosas, la cabalgata de las valkirias, el Carmina Burana y cosas por el estilo.
Para todo hay excepciones, por supuesto, e “Inversiones” es un buen ejemplo. Por qué si “Pensad en Feblas” es Wagner, “Inversiones” es una pieza de cámara de Schubert, mucho más modesta en su ejecución y escala pero tremendamente impactante en lo íntimo y personal.
Fonz, que tiene el mejor artículo en español que conozco sobre la Cultura (disponible en alguno de los enlaces del margen) afirma que este es el libro con el que uno no debe de empezar con la Cultura. Por una vez, no estoy de acuerdo. De hecho es el típico libro que recomendaría a un fan de la Fantasía para empezar con esto de la CF.
En efecto, el libro, aparentemente, no tiene nada que ver con la Cultura. Un escenario seudomedieval, dos reinos enfrentados, una guerra fría camino de convertirse en caliente, intrigas cortesanas, traiciones, tortura, asesinatos y un mundo a punto de cambiar. Aparentemente, sería un libro del que podría disfrutar un lector de Martin o Sapkowski. Por supuesto, las cosas son más complejas. Al lado de cada bando hay un agente de Contacto que intenta encaminar a este planeta hacia un escenario de mayor civilización y desarrollo que lo aleje poco a poco de la barbarie. Uno es un guardaespaldas, el otro una médico.
Poco a poco, descubrimos que, aunque nunca coincidan en toda la novela, se conocen de antes y tienen una forma de entender su trabajo radicalmente diferente. Ella quiere influir de forma activa, él prefiere dejar que las cosas fluyan más suaves y no inmiscuirse en las decisiones de civilizaciones ajenas y más atrasadas.
Banks parece dejar claro desde el principio cuales son sus simpatías. Tanto el dictador recién llegado al poder, como su guardaespaldas son figuras mucho más atrayentes que la médico que tiene que soportar el machismo de la sociedad que la rodea y el rey absolutista al que sirve. Y, sin embargo, no hay mayor paradoja en todo el libro, como bien dice esta vez Fonz, que su final, donde descubrimos que las cosas no son exactamente como parecen, que nada es blanco ni negro y que la, aparentemente, mejor postura desde el punto de vista ético puede no ser la más eficaz.
En cualquier caso, la victoria y la derrota de cada uno de los bandos es relativa. El final de la obra es ambiguo y agridulce. Sabemos que las dos potencias han mejorado gracias a la actuación (cada uno a su manera) de los dos agentes de Contacto, pero estos han sufrido dolorosas heridas emocionales que, en cierta forma, suponen un cierto fracaso y un abandono de sus ideales.
“Inversiones” es un libro que tras su aparente aspecto de novela de aventuras épicas e intrigas cortesanas esconde mucho más, plantea preguntas muy serias perfectamente encajables en nuestro mundo actual y con una respuesta difícil y poco clara. Es un libro que, por ejemplo, Bush debería de haber leído antes de invadir Irak, aunque, por supuesto, no creo que Bush lea este tipo de libros (realmente, no creo que lea ningún tipo de libro).
Después del semifiasco que representó “Excesión”, “Inversiones” me ha vuelto a reconciliar con Banks y la Cultura. No es sólo una buena novela, es también una forma muy original y sugerente de dar un giro de tuerca a las premisas de la Space Opera sin repetirse. Banks, además, es muy original escribiendo su ambientación a lo novela de Fantasía Épica. Rompe sutilmente con algunas de las convenciones del género (hay armas de fuego) y demuestra buenos conocimientos históricos (las sombras de Luis XIV y Cromwell planean como obvia inspiración por todo el libro).
Sin embargo, lo más impactante del libro es el despliegue de emociones que sufren los protagonistas (y el lector). Cada vez tengo más claro que, a pesar de la pirotecnia space opera de sus obras de la Cultura, Banks aspira a ser uno de los autores más intimistas y emocionales del género. Puede que sus obras estén ambientadas en escenarios grandiosos, pero lo más grande que hay en sus libros es lo que bulle en el alma de sus protagonistas.

4 Comments:

Blogger fonz said...

Muy de acuerdo en el último párrafo, lo mejor de ésta novela es la relación entre la médico y su ayudante, es muy emotiva la parte final en la que el ayudante se acuerda de ella y la sutileza con la que está tratada la relación amor-admiración que siente por la médico.

Ehh, yo me refería a que es la novela por la que no hay que empezar con la saga de la Cultura porque si eres nuevo te va a costar mucho enterarte del meollo del asunto porque todas las referencias a la Cultura son oscuras, si no tienes bagaje de anteriores novelas puedes pensar que la Cultura no sale por ninguna parte. Pero por otro lado tienes razón, es una novela "sencilla", sin parafernalia spaceoperística que sí puede ser más accesible que un Excesión o un Pensad en Flebas.

Muchas gracias por el elogio al artículo pero creo que es el mejor en castellano porque es el único, jejeje.

lun mar 16, 08:42:00 a. m. 2009  
Blogger Iván Fernández Balbuena said...

Vale, será el único pero no deja de ser un artículo más que bueno. De verdad, no es coña, es uno de mis favoritos en este proceloso mundo de la cf e internet. Y es verdad que las referencias a la Cultura son oscuras, en ese sentido un lector habitual de la serie lo disfruta más, pero un novel se hace pronto a la idea de que tanto la doctora como el guardaespaldas son algo diferentes al resto de la gente de ese planeta.Y, por supuesto, con saber eso puede disfrutar del meollo de la novela, de la parte emocional y de la política. Y, como bien indicas, creo que es ideal para aquellos que la parafernalia space opera les repele, aunque a nosotros nos mole.

mar mar 17, 07:23:00 p. m. 2009  
Anonymous Anónimo said...

Gracias por compartinos estos textos!
un abrazo

mié mar 18, 08:41:00 a. m. 2009  
Anonymous Anónimo said...

Me uno al elogio de "La Cultura, muerte y resurrección de la space opera".

Me pareció un texto preciso y entretenido, muy útil para los que nos movemos por los círculos más externos del universo fandomita y, hasta el descubrimiento de "la navegación por internet", sólo teníamos referencias muy muy lejanas de la edición de CF -bueno, ahora tampoco es que seamos unos expertos :)-.

Sinceramente, si hoy tengo en casa "Pensad en Flebas", es porque me apeteció comenzar la serie después de leer el artículo.

Saludos, DePeixes.

mié mar 18, 10:58:00 p. m. 2009  

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