lunes, agosto 21, 2006

¿Cuál ha sido el segundo mejor año de la historia de la literatura fantástica?

1968.
Ese sería el otro gran año dentro de la literatura fantástica. Utilizando la misma metodología que para 1953 (la estadística del libro de la Factoría y la obra de Pringle para el terror y la fantasía), y añadiendo los ganadores de los principales premios, salen nada menos que otras 16 obras maestras que serían las siguientes:

Italo Calvino Las Cosmicómicas
Philip K. Dick Ubik
Keith Roberts Pavana
Samuel R. Delany Nova
Robert Sheckley Dimensión de milagros
John T. Sladek Mecasmo
Arthur C. Clarke 2001: una odisea del espacio
Thomas M. Disch Campo de concentración
John Brunner Todos sobre Zanzíbar
R. A. Lafferty Salomas del espacio
Alexei Panshin Rito de iniciación
Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas electrónicas?
Jack Vance Los Chasch
Peter S. Beagle El último unicornio
Ursula K. LeGuin Un mago de Terramar
Fritz Leiber Las espadas de Lankhmar

Incluso podrían añadirse un par de títulos más. Cuasar ha sacado una serie de listados con las 10 mejores obras de ciencia ficción argentinas, mexicanas y cubanas y en ese año tendríamos dos libros:

Carlos Olvera Mejicanos en el espacio
Miguel Collazo El viaje

Lo malo es que son dos libros no distribuidos en España y de los que no tengo ninguna referencia más.
En cualquier caso, 1953 sigue siendo mejor que 1968, aunque el número de libros es similar, la calidad media de las obras es superior. Aquí hay, quizás, demasiados libros alabados sólo por críticos guiándose por su gusto particular, es el caso de las obras de Sheckley, Sladek, Lafferty o Vance (del que, además, se citaba toda la saga del Planeta de la Aventura no únicamente su primer tomo).
Todo ello no es óbice para que el número de obras maestras sea abrumador (Dick, Brunner, Delany, Calvino, LeGuin, Disch) y el de libros más que decentes igualmente impresionante (Clarke, Leiber, Beagle, Panshin). Eso sí, hay aquí uno de los libros de ciencia ficción que se me han hecho más antipático en toda mi vida: Pavana de Keith Roberts, claro que otros lo sitúan entre lo mejor del año así que igual me estoy dejando llevar por un prejuicio.
También resulta interesante contraponer esta lista con la anterior y ver lo diferente que era el género en su momento más clásico (1953) frente a la oleada New Wave (1968). Y como sólo se repiten un par de nombres: Clarke y Leiber.
El cualquier caso, una gran cosecha la del verano del amor.