Un Experimento Pedagógico
Hace unos meses publique una entrada en la que comentaba, desolado, lo poco que lee la juventud actual basándome en mi experiencia como profesor de secundaria.
Bueno, hace poco, en el blog de Nacho se montó un animado debate (ciento y pico mensajes, ¡Qué envidia!) en el que alguien comentaba que según las estadísticas la lectura está, tímidamente, remontando en el tramo de la adolescencia.
Personalmente sigo escéptico al respecto pero da la casualidad que una persona muy cercana a mí está trabajando en el instituo más cercano al mío y, por lo que me comenta, las cosas son muy diferentes de un centro a otro. Allí si que los chavales leen, no muchos pero bastantes más que donde trabajo. Parece mentira pero apenas 20 Km. pueden marcar una diferencia sustancial.
Por otro lado, reconozco que tampoco soy el profesor con mayor experiencia para hablar de este tema. Me explico, mi asignatura es Geografía e Historia y, aunque a veces mando algún libro, reconozco que no estoy en la primera línea de fuego en cuanto a la animación a la lectura. Eso queda en manos de mis compañeros de Lengua y Literatura (que si yo lo paso mal con el tema no me quiero imaginar ellos).
Bueno, como iba diciendo, resulta que esa persona cercana, por una serie de cuestiones que no viene a cuento, ha tenido que mandar tres lecturas este año como obligatorias (política del centro), una por evaluación.
Las dos primeras (la tercera aún está por determinar) son: "Historia de una Gaviota y del Gato que la Enseñó a Volar" de Sepulveda y "La Ciudad de las Bestias" de Allende (curioso, dos autores chilenos).
Ha sido una agradable sorpresa descubrir que las dos lecturas son de literatura fantástica, desconozco si es algo intencionado o no pero siempre he pensado que ese tipo de libros son los que pueden llegar a hacer que un adolescente se anime por eso del leer mucho más que la mayoría de las obras realistas.
En fin, que voy a seguir el experimento con interés e incluso a leerme los libros ya os iré contando como va la experiencia.
¡Ah! Los chavales son de 3º de la E.S.O. (1º de B.U.P. para los carcas), o sea, 14 años.
Bueno, hace poco, en el blog de Nacho se montó un animado debate (ciento y pico mensajes, ¡Qué envidia!) en el que alguien comentaba que según las estadísticas la lectura está, tímidamente, remontando en el tramo de la adolescencia.
Personalmente sigo escéptico al respecto pero da la casualidad que una persona muy cercana a mí está trabajando en el instituo más cercano al mío y, por lo que me comenta, las cosas son muy diferentes de un centro a otro. Allí si que los chavales leen, no muchos pero bastantes más que donde trabajo. Parece mentira pero apenas 20 Km. pueden marcar una diferencia sustancial.
Por otro lado, reconozco que tampoco soy el profesor con mayor experiencia para hablar de este tema. Me explico, mi asignatura es Geografía e Historia y, aunque a veces mando algún libro, reconozco que no estoy en la primera línea de fuego en cuanto a la animación a la lectura. Eso queda en manos de mis compañeros de Lengua y Literatura (que si yo lo paso mal con el tema no me quiero imaginar ellos).
Bueno, como iba diciendo, resulta que esa persona cercana, por una serie de cuestiones que no viene a cuento, ha tenido que mandar tres lecturas este año como obligatorias (política del centro), una por evaluación.
Las dos primeras (la tercera aún está por determinar) son: "Historia de una Gaviota y del Gato que la Enseñó a Volar" de Sepulveda y "La Ciudad de las Bestias" de Allende (curioso, dos autores chilenos).
Ha sido una agradable sorpresa descubrir que las dos lecturas son de literatura fantástica, desconozco si es algo intencionado o no pero siempre he pensado que ese tipo de libros son los que pueden llegar a hacer que un adolescente se anime por eso del leer mucho más que la mayoría de las obras realistas.
En fin, que voy a seguir el experimento con interés e incluso a leerme los libros ya os iré contando como va la experiencia.
¡Ah! Los chavales son de 3º de la E.S.O. (1º de B.U.P. para los carcas), o sea, 14 años.
4 Comments:
Supongo que es algo frecuente utilizar la literatura fantástica para aficionar a la lectura. Cuando iba al instituto (1º de BUP también) recuerdo que uno de los libros que nos dieron a escoger para leer fue "Desde el futuro" de Howard Fast, un conjunto de relatos de ciencia ficción deliciosos, con una cierta moralina muy característica del autor.
¡Qué suerte! En mi instituo nunca fueron tan simpáticos. A mi me tocó tragarme a El Cid, El Lazarillo, La Celestina y demás. No me quejo, algunos me gustaron mucho (con otros sufrí horrores) pero a más de un compañero mío casí le da un pasmo. Mi hermana tuvo más suerte, unos años depués en ese mismo centro le mandaron "Estoy en Puerto Marte sin Hilda" de Asimov. De todas formas tengo la sensación de que la literatura fantástica no es tan utilizada como debería. Quizás por que muchos de los profes de literatura española leen mucha literatura española (obvio) y ya sabemos que la nuestra no es precisamente una tradición muy rica en elementos fantásticos.
Pues en Perú, yo tuve la suerte de disponer de libros en casa. En la escuela, a lo más, a leer textos seleccionados en el libro de curso. Varios amigos, empero, leían también por su cuenta, pero el tiempo los apartó del vicio.
Por suerte, ahora va a implementarse el "Plan Lector", que consiste en seleccionar un libro por mes y que lo lee toda una clase. Se supone que va a aplicarse toda la secundaria al menos.
Lo bueno es que los propios educandos (y el profesor) elegirán los libros (adios a los clasicotes, que los mismos especialistas reconocen son difíciles de leer). Lo malo es que ya están apareciendo voces cuestionando la iniciativa, pensando en los pobres niños a los que se va a obligar a leer...
Sobre el uso de libros de cf y fantasía: de un lado, envidio a los niños que puedan iniciarse en la lectura con estos libros. De otro, pienso en el eterno riesgo de la trivialización de estos libros, que la gente crea que son buenos para menores y para iniciarse en la lectura, pero que no son "literatura seria".
Si, ese es un riesgo, de hecho con los libros de Harry Potter pasa mucho, son buenos para iniciar a los jóvenes en la lectura pero luegon deben de leer otras cosas, eso estoy harto de orilo en todas partes.
La esperanza es que algún lector obligado al final le parezca bien esa extraña costumbre y siga leyendo lo quie sea, si, encima, lee fantástico (que fue con lo que se inició) pues mejor que mejor.
En cuanto a que el chaval elija su propio libro, la idea es buena pero siempre hay algún listo que se pasa por la biblioteca del centro y busca el libro más finito que hay. En fin, chavales...
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