Una Tendencia en Alza
De un tiempo a esta parte se viene hablando de una tendencia de lo más interesante en esto de la literatura fantástica: la irrupción de escritores mainstream que se animan a escribir obras de género (incluida la ciencia ficción). En fechas recientes gente como Casariego, Houellebecq, Ishiguro, Roth, Cunningham o Mitchell han escrito con más o menos fortuna libros de estas características y, en muchas ocasiones, han conseguido obras realmente buenas y muy por encima de las de los autores del ghetto.
Y esto viene a colación por que dicha tendencia sigue en alza y va camino de convertirse en algo habitual. Sin ir más lejos dos de los grandes premios del año han recaido en "Kafka en la orilla" de Murakami y "Lunar Park" de Breat Easton Ellis. Tampoco podemos olvidar la publicación en nuestro país de otro libro de David Mitchell, "El Atlas de las Nubes", uno de los triunfadaroes del 2005. Más significativo aún es que uno de los autores estadounidenses de culto, Cormac McCarthy, halla escrito "The Road", su última novela, (que me imagino que se acabará publicando aquí)y que esta sea claramente de ciencia fición: un post-apocalipsis que nos muestra unos E.E.U.U. devastados y que está teniendo un gran éxito de crítica y público.
En fin, que, como siempre, habrá que esperar a leerse los libros para juzgar sus resultados pero la cosa pinta de lo más interesante. Da la sensación de que las famosas murallas del gheto se han roto del todo, lo que pasa es que en vez de ser el ghetto el que sale afuera son los de afuera los que entran dentro, cogen lo que les interesa y vuelven a salir.
A partir de ahora, por tanto, se adivinan dos tipos de libros: unos de gran calidad escritos por autores de prestigio de fuera que gustaran más o menos, estarán mejor o peor escritos pero serán los que tengan auténtica resonancia entre el público y los medios y otros escritos por el ghetto por y para el ghetto que tendrán únicamente éxito entre el grupo de frikis habituales (con la consiguiente reducción de ventas).
Lo triste de este asunto (que en el fondo no es tan nuevo y que se lleva repitiendo desde hace más de un siglo) es que los potenciales lectores que puedan saborear ambos mundos van a ser escasos, el prejuicio es el mal de nuestros días y campa a sus anchas. Los sesudos lectores de cosas serias huiran de las portadas chillonas de amazonas en cueros y naves espaciales y los frikis de turno ni se acercaran a los librotes aburridos y sosos de las editoriales "serias".
Una pena pero así son las cosas y hacia eso vamos, en mi modesta opinión, por supuesto.
Y esto viene a colación por que dicha tendencia sigue en alza y va camino de convertirse en algo habitual. Sin ir más lejos dos de los grandes premios del año han recaido en "Kafka en la orilla" de Murakami y "Lunar Park" de Breat Easton Ellis. Tampoco podemos olvidar la publicación en nuestro país de otro libro de David Mitchell, "El Atlas de las Nubes", uno de los triunfadaroes del 2005. Más significativo aún es que uno de los autores estadounidenses de culto, Cormac McCarthy, halla escrito "The Road", su última novela, (que me imagino que se acabará publicando aquí)y que esta sea claramente de ciencia fición: un post-apocalipsis que nos muestra unos E.E.U.U. devastados y que está teniendo un gran éxito de crítica y público.
En fin, que, como siempre, habrá que esperar a leerse los libros para juzgar sus resultados pero la cosa pinta de lo más interesante. Da la sensación de que las famosas murallas del gheto se han roto del todo, lo que pasa es que en vez de ser el ghetto el que sale afuera son los de afuera los que entran dentro, cogen lo que les interesa y vuelven a salir.
A partir de ahora, por tanto, se adivinan dos tipos de libros: unos de gran calidad escritos por autores de prestigio de fuera que gustaran más o menos, estarán mejor o peor escritos pero serán los que tengan auténtica resonancia entre el público y los medios y otros escritos por el ghetto por y para el ghetto que tendrán únicamente éxito entre el grupo de frikis habituales (con la consiguiente reducción de ventas).
Lo triste de este asunto (que en el fondo no es tan nuevo y que se lleva repitiendo desde hace más de un siglo) es que los potenciales lectores que puedan saborear ambos mundos van a ser escasos, el prejuicio es el mal de nuestros días y campa a sus anchas. Los sesudos lectores de cosas serias huiran de las portadas chillonas de amazonas en cueros y naves espaciales y los frikis de turno ni se acercaran a los librotes aburridos y sosos de las editoriales "serias".
Una pena pero así son las cosas y hacia eso vamos, en mi modesta opinión, por supuesto.
9 Comments:
Yo diría que las cosas pintan para peor, Ivan. En lugar de derrumbarse los muros de algún ghetto (o como se escriba), ya veo saltar a esos que "precisan" que las novelas escritas por estos escritores no son fantasía, ni ciencia ficción ni nada de esos géneros "menores". Supongo que habrás oido hablar del escritor Jonathan Litell, que ahora que ha ganado el premio Goncourt se avergüenza de haber escrito ciencia ficción. Más informacion en http://puenteareo1.blogspot.com/2006/11/vergenzas-juveniles.html
Corrijo: al final del post debe decir:
vergenzas-juveniles.html
Mecachis, iba a escribir sobre eso y lo dejé en borrador.
Pero vamos, en pocas palabras: esto se mueve y el que no se levante de la silla no saldrá en la foto. Dentro de diez años va a haber un par de generaciones que serán las que dicten lo que es mainstream... y me da a mí que no serán precisamente fanáticas de Camilo José Cela.
Daniel Salvo --> Esa tendencia todavia existe, Ishiguro y Roth negaron que sus libros fueran cf pero no es homogenea, Houellebecq y Cunningham, en cambio, no tuvieron ningún problema en aceptar esa etiqueta para sus novelas.
Fran Ontanaya --> las cosas están cambiando, que duda cabe, pero tampoco vamos a satanizar a la novela realista ni a sus autores, vale que Cela, en lo personal, era impresentable y que sus últimos libros dejan mucho que desear pero "La Colmena", "Viaje a la Alcarria" y "La familia de Pascual Duarte" son clasicos eternos, creo yo, vamos.
Saludos.
En España sí se percibe el inicio de un cambio. Va más allá del "boom" del fantástico que han provocado los Potter y Anillos. Un ejemplo: La piel fría. Sánchez Piñol no se avergüenza, ni busca tampoco excusas para una novela que hasta hace poco quedaría encasillada como una moderna novela lovecraftiana para jóvenes. La esclavitud del "realismo" en la literatura del XX en España es un fenómeno a estudiar. Para mí resulta esperpéntico que a los elementos fantásticos de la literatura sudamericana del XX, más atrevida que la nuestra, se los encasillara bajo el estrafalario nombre de "realismo mágico" (lo de "realismo", que no se pierda), como si fuera necesaria una distinción entre los elementos mágicos y fantásticos "de calidad" en la literatura, diferenciarlos de los que no dan ese salto cualitativo. Probablemente eso provoca que autores como Ishiguro renieguen de la etiqueta cf.
Os leo (foros, bitácoras) desde hace pocos meses. Detecto algo de lo que comentáis: las puertas están cerradas desde ambos lados del muro. Cuando leo términos como "mainstream", me sale una erupción. Me gusta la literatura. A secas. Sin géneros.
También soy optimista de cara al futuro inmediato.
A todos nos gusta la literatura a secas pero a veces y de cara a este tipo de discusiones las etiquetas son necesarias y aunque mainstream es un anglicismo un poco feo no se me ocurre una palabra similar en español, frase si pero palabras no.
No me refiero tanto a que "maintream" me parezca una expresión desafortunada (que no me gusta), sino al hecho de que haya que levantar alguna palabra que adopte la forma de de muro -esa u otra- que trace una separación (irreal) entre mundos literarios en apariencia opuestos. Precisamente este blog -por eso me gusta leerlo- hace continuas referencias a obras literarias que barren esa frontera algo absurda. Lo que me extraña es que algunos prefieran e insistan en habitar un gueto separado del resto de la literatura.
Es que en el ghetto se vive muy cómodo, somos pocos, todos opinamos igual y los de fuera nos odian. Y, además, es tan divertido debatir eternamente sobre el sexo de los ángeles.
Claro, que los de fuera tampoco se quedan cortos, al fin de cuentas de todos es conocidos que la cf es una basura, la fantasía cosas de adolescentes tontos y el terror una afición de psicopatas reprimidos.
En fin, que en todas partes cuecen habas, como decimos por aquí.
"Al hombre de cada siglo le salva un grupo de hombres que se oponen a sus gustos."
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